Editorial

Valentín Fuster, Director General
Dr. Valentín Fuster, Director General del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC)

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo. Durante las últimas décadas se han conseguido importantes avances en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de estas enfermedades. Hoy sabemos que el control de los denominados factores de riesgo, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado o falta de ejercicio, entre otros, reduce la probabilidad de padecer la enfermedad. 

Pero ¿qué pasa cuando ésta ya se ha producido? En estos casos, los hábitos de vida saludables (dejar de fumar, ejercicio, dieta) mejoran el pronóstico, pero no lo hacen solos. Es necesario una medicación preventiva.

Los medicamentos que mejoran la expectativa de vida después de un infarto son bien conocidos: estatina para reducir el colesterol, un hipotensor de la familia de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), un bloqueador beta-adrenérgico y aspirina. El problema es que se han de administrar todos los días y ello obliga al paciente a tomar un número importante de pastillas. 

Seguir este régimen terapéutico no es fácil. Casi un 50% de los pacientes con enfermedades crónicas no toman adecuadamente la medicación. Muchos factores influyen en la adherencia al tratamiento, pero uno de los más importantes es la complejidad de la terapia. A mayor número de medicamentos, menor adherencia.

Además, el coste de los medicamentos para la prevención secundaria es, en determinados países, generalmente de renta baja o media, elevado e inasumible para la mayoría de la población. Como consecuencia, la enfermedad sigue extendiéndose por el mundo como una epidemia.

Fue en 2006 cuando, tras constatar personalmente que en algunos países emergentes la prevención cardiovascular era muy deficiente por el coste y escasez de los medicamentos, tuve la idea de una polipíldora. Se trataba no sólo de simplificar el tratamiento, sino de hacerlo más económico y asequible en esos países emergentes.

Laboratorios Ferrer aceptó el reto y en septiembre de 2006 se comenzó a trabajar conjuntamente en un proyecto apasionante. Muchas reuniones, consultas con agencias nacionales e internacionales, horas de laboratorio y ensayos clínicos. El resultado final: la polipíldora, un medicamento que incluye aspirina, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina y una estatina. 

La polipíldora ha demostrado reducir la mortalidad cardiovascular en un 33% en pacientes tratados tras sufrir un infarto. Los resultados del estudio SECURE, publicados en The New England Journal of Medicine y presentados en el Congreso Europeo de Cardiología de Barcelona, confirmaron lo que pensábamos: la polipíldora podría convertirse en una parte integral de las estrategias para prevenir eventos cardiovasculares en personas que han sufrido un infarto. Al simplificar el tratamiento y mejorar la adherencia, este enfoque tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedad recurrente y muerte cardiovascular a escala mundial.

Cerco a la enfermedad cardiovascular

Más complejo todavía es el reto de regenerar el corazón, como se explica exhaustivamente en este número del CNIC Pulse. La regeneración del corazón es uno de los mayores desafíos actuales de la investigación científica. En la pasada CNIC Conference 2022, más de un centenar de expertos internacionales debatieron durante dos días sobre las posibilidades actuales para superar el desafío científico de lograr la regeneración del corazón humano y prevenir el fallo cardíaco.

Expertos internacionales como la Dra. Elly Tanaka, el Dr. Hesham Sadek o el  Dr. Mauro Giacca abordaron, desde un punto de vista crítico, las controversias actuales en el campo de las células madre cardíacas y otros aspectos como el fracaso, hasta ahora, en la traducción exitosa de terapias experimentales en beneficio clínico. La buena noticia es que la mayoría espera ver durante su vida la regeneración del corazón.

Y en ello trabaja, por ejemplo, el grupo de Genética Molecular de la Angiogénesis del CNIC, del Dr. Rui Benedito, cuyo proyecto ‘Nuevas aproximaciones para regenerar el tejido cardíaco tras un infarto’ ha sido seleccionado en la convocatoria “Proyectos de Investigación en Salud 2022” de la Fundación ”la Caixa” junto a otros tres proyectos del CNIC.