El uso de la polipíldora incrementa significativamente la adherencia al tratamiento en pacientes que han sufrido un infarto para evitar un segundo evento

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2 Sep 2014
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Journal of the American College of Cardiology - 2 de septiembre de 2014

El uso de una polipíldora desarrollada conjuntamente por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y Laboratorios Ferrer incrementa en casi 10 puntos la adherencia al tratamiento después del infarto, según los resultados de un estudio liderado por el Dr. Valentín Fuster y presentado hoy en el Congreso Europeo de Cardiología, que se celebra en Barcelona.

El estudio FOCUS, financiado por el VII Programa Marco de la Comisión Europea y llevado a cabo por investigadores del CNIC, consta de dos fases, ambas presentadas en esta importante reunión científica.

La primera parte del proyecto es un análisis de los factores que determinan la adherencia al tratamiento de la enfermedad cardiovascular (ECV), un factor que preocupa especialmente a los especialistas, ya que está directamente relacionado con el fracaso de la prevención secundaria y la carga de la enfermedad coronaria.

“Se ha visto que más de la mitad de la reducción observada en la mortalidad por ECV en los últimos 20 años en los países occidentales es directamente atribuible a un uso apropiado de la medicación para la prevención secundaria”, explica el Dr. Valentín Fuster, director del CNIC.

Para descubrir qué se esconde detrás de la falta de adherencia al tratamiento, los investigadores del centro de investigación español analizaron a 2.118 pacientes de cinco países (España, Italia, Argentina, Brasil y Paraguay) que habían sufrido un infarto de miocardio y se analizó si seguían la medicación prescrita por su cardiólogo, consistente normalmente en la combinación de cuatro fármacos: estatina, aspirina, betabloqueante e IECA.

Los resultados del estudio, coincidentes con los de trabajos anteriores, demostraron que solo un 45,5% de los participantes seguía a rajatabla la prescripción de su médico. El análisis de los datos demostró qué variables influían en una menor o mayor adherencia terapéutica.

Así, los pacientes menores de 50 años, los que debían de consumir más de 10 comprimidos al día, los que seguían un régimen de medicación complicado y aquellos con un estilo de vida sedentario eran más proclives a mostrar una baja adherencia.

También se observó una relación entre la depresión y la falta de seguimiento del tratamiento. Además, la investigación estableció una serie de variables socio-demográficas asociadas a esta tendencia, en concreto, un menor nivel educativo o menos apoyo social.

La segunda fase del proyecto FOCUS, cuyos resultados a nueve meses también se han presentado en Barcelona, ha analizado cómo cambian las cosas con la prescripción de la polipíldora, el fármaco que combina tres medicamentos en uno y que estará disponible en España a finales de año.

En la fase 2 participaron 695 pacientes de cuatro países que se dividieron en dos grupos. Al primero se le asignó el nuevo medicamento mientras que el grupo control siguió recibiendo la prescripción de cada fármaco de forma individual.

Los resultados tras nueve meses de seguimiento demostraron que, en efecto, la polipíldora incrementaba en casi diez puntos la adherencia, que pasó del 56,9% en el grupo control al 66,8% en el que recibía el nuevo medicamento.

“En comparación con la administración de los tres fármacos por separado, el uso de la polipíldora incrementa significativamente la adherencia al tratamiento en pacientes que han sufrido un infarto para evitar un segundo evento”, concluyen los autores de la investigación.

A polypill strategy to improve adherence: results from FOCUS (Fixed-dose Combination Drug for Secondary Cardiovascular Prevention) Project

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