Inmunobiología

Nuestro laboratorio estudia las células dendríticas (DCs) y los macrófagos, centinelas clave del sistema inmunitario que regulan la inmunidad, la inflamación y la tolerancia. Como guardianes del sistema inmunitario, estas células no solo defienden frente a los patógenos, sino que también mantienen el equilibrio para evitar el daño a los propios tejidos. Gracias a su capacidad única para modular las respuestas inmunes, constituyen dianas prometedoras para nuevas terapias frente a enfermedades infecciosas, autoinmunes, cardiovasculares y cáncer. Asimismo, exploramos el diálogo entre la microbiota y el sistema inmune. Nuestra investigación se integra en el programa “Nuevos mecanismos de la aterosclerosis” del CNIC. Nuestras líneas de investigación principales son:

  1. Vías moleculares que controlan la inmunidad entrenada (TI) en macrófagos y su papel en la aterosclerosis.
    La inmunidad entrenada es un concepto emergente que describe la hiperactivación prolongada de células inmunes innatas tras determinados estímulos. A diferencia de la memoria adaptativa clásica, la TI implica reprogramación epigenética de células mieloides que amplifica su respuesta frente a estímulos secundarios. Este estado puede ser beneficioso al potenciar la defensa frente a patógenos invasores (Brandi et al., Cell Reports 2020; del Fresno et al., Front. Immunol. 2021). Sin embargo, cuando no se resuelve, la activación sostenida contribuye a la inflamación vascular crónica y al progreso de la aterosclerosis. De manera destacada, la translocación de microbiota puede inducir TI y promover inflamación (Robles-Vera et al., Immunity 2025). Nuestro grupo está investigando los reguladores moleculares de la TI y su contribución específica a la patología vascular.
  2. Mecanismos inmunometabólicos que regulan la función de DCs y macrófagos.
    La actividad de las células inmunes está estrechamente ligada a su estado metabólico. Estudiamos cómo la detección de señales microbianas o de daño modifica el metabolismo de DCs y macrófagos, y cómo estos cambios determinan su capacidad para resolver o perpetuar la inflamación. Nuestros resultados destacan el metabolismo y la dinámica mitocondrial como puntos de control críticos en este proceso (Hernández-García et al., Cell Mol Immunol. 2022; Wculek et al., Immunity 2023). Al dirigirnos a estas vías, buscamos diseñar nuevas estrategias de inmunoterapia que modulen la función de las células inmunes en enfermedades cardiovasculares y otras de origen inmune (Cueto et al., JITC 2021; Heras-Murillo et al., Nat. Commun. 2025; Galán et al., Circ. Res. 2025).
  3. Microbiota intestinal, metabolitos microbianos y aterosclerosis.
    Nuestros estudios recientes han identificado el propionato de imidazol (ImP) como un metabolito de origen microbiano asociado a aterosclerosis inflamatoria activa en modelos murinos y en cohortes humanas. De manera notable, el ImP promueve la aterosclerosis independientemente de los niveles lipídicos, lo que sugiere un mecanismo novedoso de la enfermedad. También hemos identificado el receptor del huésped (I1R) para ImP y demostrado que bloquear esta vía previene la progresión de la enfermedad (Mastrangelo et al., Nature 2025). Estos hallazgos abren nuevas oportunidades para el diagnóstico precoz y terapias personalizadas en enfermedad cardiovascular.

En conjunto, estas líneas de investigación buscan desentrañar principios fundamentales de la regulación inmune y trasladar este conocimiento hacia estrategias innovadoras para combatir enfermedades inflamatorias crónicas como la aterosclerosis.